miércoles, 15 de marzo de 2017

Mitotes van, mitotes vienen...

“En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven”
El Príncipe, Niccola Macciavelo

Muchos juzgan de ese modo.  Se acostumbra a juzgar por lo que vemos o lo que creemos ver.  Es más fácil dejarse llevar por un chisme que por una certeza porque es más práctico y porque así se ha hecho siempre y la costumbre termina por hacerse ley.  Bendito sea el Creador no siempre es así.

“No vemos las cosas tal cual son las vemos tal cual somos”  dice una frase del Talmud.  Siempre en lo que se dice de otro se juzga algo propio. Lo que no nos gusta del otro es lo que nos disgusta de nosotros mismos o, peor aún, lo que tememos de nosotros mismos.  Juzgamos a otros según nuestra propia medida.

En las sociedades cerradas, es decir, sin convivencia con el exterior se crea un clima de proteccionismo con unas ciertas formas y maneras de actuar y de relacionarse.  Saludarse en la calle, que tal o cual familia lleve a sus hijos a tal o cual escuela y a no a otra, que los hombres no puedan tener amigas y viceversa.  Al romper esos esquemas toda esa sociedad tiembla porque se siente en riesgo de desaparecer (sinónimo de morir) y con ello todas las relaciones de poder. sociales, económicas y hasta políticas parecen ir de pique.


Hay, sin embargo, algunos que son tan flexibles que pueden no solo adaptarse sino que sobreviven y con más fuerza a los embates del "dicen".  El “chisme” es fácil de crear pero hay maestros en el uso de las malas lenguas ajenas.  Se llama “inteligencia” cuando una persona logra cambiar una situación adversa a su favor.  De Julio César (considerado el primer emperador de Roma) decían que había logrado el consulado siendo amante de varios senadores (no había senadoras) y Alejandro Magno “descansaba en los muslos de Hefestión” y estaba casado con Casandra (tuvieron un hijo) y así podemos seguir la larga lista de aquellos a los que el “chisme” o “mitote” solo los encumbró ¿Alguien recuerda el autor de donde salió el rumor? “El olvido es la tumba del pregonero, todos recuerdan su cuento y nunca el nombre de donde salió el verso”  Para finalizar Oscar Wilde comentó una vez: “Que hablen de mi…¡ Aunque sea bien!” 

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